Mi libertad nunca será comprada |
Y entonces, lo comprendí, quizás yo no necesitaba a ningún príncipe azul que viniera a rescatarme, quizás conmigo no, y con ella sí, porque a mí no me pudieron domar, y lo que yo necesito es a alguien a mi lado igual de libre que yo. Entendí que hay dos tipos de mujeres, las vulgares y las únicas, digamos que yo pertenezco a las segundas y ella a las primeras. Ahora que ya la tienes domada, pídele que te de la patita y te la dará:)
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